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Son muchos los motivos y situaciones por las que puede acudir al psicólogo. No hace falta llegar a los límites.Cualquier conducta o situación humana de duda o problema, puede ser un motivo válido de consulta.
Entre otras:
- Padecer insomnio, falta de apetito, apatía o dolores físicos.
- Se vea afectado en el desempeño normal en la vida familiar, de pareja o trabajo.
- Ansiedad, tristeza, ira, frustación…
- Pensamientos negativos y somatizaciones.
- Agresividad incapaz de controlar.
- Dificultad para controlar las emociones.
En que puede ayudar:
- Habilidades sociales: hacer amigos, decir que no, asertividad.
- Procesos adoptativos: cambios vitales que nos suponen un reto.
- Educación y crianza: rabietas, disciplina positiva.
- Motivación y rendiemiento: estudiantes, deportistas, empresarios.
- Duelo: fallecimientos, rupturas amorosas y amistosas.
- Ansiedad y fobias: superar el pánico y las situaciones temidas.
- Pareja: comunicación, resolución de conflictos.
- Adicciones: a sustancias tóxicas y a conductas.
- Te ayuda a ser más independiente y crecer a nivel personal.
Con una sola de las situaciones descritas anteriormente, ya es suficiente para acudir a un especialista. No hace falta llegar al extremo. Cuando sienta que en su vida diaria, necesita ayuda porque no puede afrontar hechos que habitualmente no le costaría, pida ayuda y póngase en manos expertas.