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El Kéfir es un conglomerado de bacterias lácticas y levaduras no patógenas que viven en una misma comunidad y en perfecto equilibrio. Se llama Kéfir, tanto a los granos de color blanco con aspecto similar al de la coliflor, como a la bebida resultante de su fermentación al añadirle leche. Es originario del este de Europa y y suroeste de Asia y su nombre procede de la palabra turca «keyif», que significa «sentirse bien después de comer”.
El Kéfir no es un hongo y es una fuente natural de probióticos muy alta, situándose por encima del yogur, ya que contiene más de 30 microorganismos diferentes, aunque de un sabor y consistencia muy parecida a este. Es rico en calcio, fósforo, Vitaminas D, K, B1, B2, B12, Magnesio, hidratos de carbono y proteínas. Hay dos tipos de de Kéfir, el de agua y el de leche, más extendido y conocido este último.
Entre sus beneficios más importantes:
- Regenerador de la flora intestinal y excelente digestivo. Indicado en la úlcera de estómago, colitis ulcerosa, colon irritable, estreñimiento e intolerancia a la lactosa.
- Regula el tránsito intestinal y es útil en caso de indigestión o digestiones pesadas.
- Refuerza el sistema inmunológico: ayuda a fortalecer las defensas.
- Reduce los niveles de colesterol alto y triglicéridos: bueno para un sistema cardiovascular sano.
- Útil en el tratamiento natural de la anemia.
- Ayuda al tratamiento de las alergias de la piel.
- Disuelve las piedras de la vesícula biliar y los cálculos renales.
- Ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre.
- Rico en propiedades antioxidantes.
- Útil en caso de insomnio, ansiedad, estrés y depresión: El kéfir en la dieta puede tener un efecto profundamente calmante sobre los nervios.
- Previene y cura el herpes. Cicatriza heridas.
- Se usa en tratamiento de artritis reumática.
- Se utiliza en procesos respiratorios infecciosos (asmas, bronquitis…)
- Osteoporosis y salud ósea: aumenta la absorción de calcio de las células de los huesos.
- Impide el crecimiento de bacterias dañinas como la H. Pylori, Salmonella y la E.coli.
- …etc
En el Cáucaso, donde el Kéfir se ha consumido frecuentemente desde hace miles de años, la gente vive de 110 a 125 años y se mantiene con buena salud, no conocen la tuberculosis, el cáncer ni las enfermedades de los ojos.
Así que, si después de leer todo esto si os apetece probarlo e incluirlo en vuestra dieta, os recomendamos que consigáis unos gránulos de Kéfir y lo elaboréis vosotros mismos o bien compréis la bebida ya elaborada. En los diferentes enlaces proporcionados en este artículo encontraréis como realizarlo. Aunque algo laborioso, no es difícil y su resultado no os decepcionará. Cuidado si lo compráis en el Supermercado; primero por su fecha de consumición y por otro, porque en ocasiones lo mezclan con nata (ojo los intolerantes a la lactosa).
¡Sea lo que fuere, espero que lo disfrutéis!