«Nada es más honorable, que un corazón agradecido» Séneca
Ya lo decían nuestros padres: » Es de bien nacido, ser agradecidos»; quien de nosotros no ha escuchado este refrán decenas de veces desde que éramos pequeños…. Si bien nos enseñaban a ser educados y corresponder ante un gesto o hecho con esta bella palabra, no solo aprendíamos buenos modales, además nos estaban brindando la oportunidad de beneficiarnos de muchas formas, por ejemplo:
- Mayor bienestar físico, emocional y mental.
- Niveles más altos de optimismo y felicidad.
- Mejor autoestima.
- Fortalecimiento del sistema inmune.
- Disminución de la presión sanguínea.
- Menores niveles de estrés, ansiedad y depresión.
- Mayor capacidad para perdonar.
- Disminución de las migrañas y los dolores de cabeza.
- Beneficiar a la persona que lo recibe.
- Desarrollar una actitud Positiva.
Dar las gracias es, en principio, un acto en esencia simple. Pero su impacto es tal que termina permeando prácticamente todas las facetas de nuestra vida.
«Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero si es la madre de todas las demás». Marco Tulio Cicerón
Para cultivar y desarrollar, proponemos este sencillo ejercicio:
Haz una lista de todas las cosas por las que te sientes agradecido. La idea es escribir al menos tres cosas al día, sin importar si son grandes o pequeñas. Puedes estar agradecido por un día precioso, por tener personas que te apoyan y quieren, por pasar una velada estupenda, por pasar un tiempo en la naturaleza o con un buen amigo tomando un café, por unas buenas risas… hay tantas cosas en nuestra vida y a nuestro al rededor para dar gracias …. sólo hay que parar un momento y ser consciente de ello.
«Si la única oración que dices en toda tu vida es gracias, será suficiente». Meister Eckhart
