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¿Ha sido Cupido o la oxitocina?

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¿Se puede definir el amor? Son muchos los estudiosos que, a lo largo del tiempo, lo han intentado definir y describir. El amor se siente, se vive, se carece… pero, como poner en palabras una emoción tan amplia y compleja que se puede manifestar en tantas facetas: amor de pareja, amor platónico, amor filial, amor sentimental, amor religioso, amor romántico, amor por los animales, amor por los amigos, amor sexual… y es que si tuviéramos que encontrar que causa este estado tan difícil de explicar, le echaríamos la culpa a una hormona, la oxitocina, también llamada la hormona del amor, de la felicidad, o de los mimosos.

La oxitocina es una sustancia química secretada por el organismo que viaja desde la glándula pituitaria donde nace, hacia el resto del cuerpo para cumplir su función: ayuda a combatir estados de ansiedad, estrés o fobias, potencia las relaciones sociales y esta directamente relacionada con el sentimiento de confianza y generosidad en las personas; pero sobre todo se la conoce por la hormona del amor, del placer y de la felicidad. Se libera en el parto, en periodo de lactancia (para la mujer), mediante un beso, una caricia, un orgasmo, al comer chocolate y cuando se esta enamorado: con un abrazo o una simple mirada. Es la esencia química del afecto.

Las personas enamoradas sufren un síndrome muy parecido al trastorno obsesivo -convulsivo o limerencia,  ya que ambos fenómenos están asociados a un bajo el nivel de serotonina en el cerebro. Este, movido por emociones produce sustancias químicas llamadas hormonas endógenas, que hacen que la persona eleve su nivel de autoestima.

Algunas de estas hormonas endógenas además de oxitocina, son dopamina (droga del amor y la ternura), feniletilamina, endorfina (equilibra las emociones), serotonina, adrenalina y noradrenalina.

Sea gracias a la oxitocina o resto de hormonas, a Cupido o a razones que se van fuera de nuestro entendimiento, el amor está ahí y ¿quien se negaría a vivir sin el?. Citando a Elsa Punset, el amor es una necesidad básica en nuestras vidas y fundamental para el ser humano. Pero no solo el de pareja o que también implica una relación, sino aquello que es necesario como motivación para afrontar el día a día.

 

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