Esta enfermedad puede tener distintas causas, pero la más común, es la enfermedad de Graves-Basedow, en la que, por una causa que no se conoce, pero por mecanismo autoinmune, se producen unos anticuerpos que estimulan a la glándula tiroides para que aumente la producción de hormonas tiroideas que es lo que causa la enfermedad.
El tratamiento médico, consigue controlar el aumento de producción y los síntomas, pero no cura la enfermedad, que vuelve a aparecer si se abandona la medicación en un altísimo porcentaje de los casos.
Por ello, se suele optar por tratamientos más radicales, como es la administración de yodo radiactivo. Como la dosis eficaz es en cada persona diferente, se tiene especial precaución para intentar no quedarse corto, y que persista la enfermedad, , pero al mismo tiempo intentar evitar que quede un déficit de función (hipotiroidismo) permanente. La aplicación correcta de yodo-131 es eficaz en el control del hipertiroidismo como se aprecia en las dos gammagrafias superiores.
