Homenaje a l@s médicos: este es un texto del muro de Alejandro Sanz de Facebook, en el que su prima Mónika Bellido Sánchez, dedica estas bonitas palabras, haciendo un homenaje al cuerpo médico, después de superar un cáncer. Desde nuestro centro de diagnóstico, en el que diariamente nos enfrentemos a esta tragedia personal, queremos decir GRACIAS.
Ángeles en la Tierra
Muchos de ellos ni siquiera lo saben. Sí, lo son; ángeles en la Tierra. En tiempos de oscuros nubarrones en los que los mercados financieros ahogan las ilusiones de tantos y tantos seres humanos es precisamente esto -lo mejor del ser humano- el único elemento capaz de sembrar la esperanza y abrir un camino de luz por aquí abajo. Ni todos los que se atreven a ejercer la noble profesión de la Medicina lo son, ni todos los elegidos son concientes de serlo. Pero aún así, hago las cuentas; las sumas y las restas y me salen. Merece la pena, porque hay un batallón de gente dispuesta a ir más allá de su sueldo, más allá de sus posibilidades, más allá de lo políticamente correcto sólo para dar un poco de consuelo a quienes ven sufrir a su alrededor. Yo, una de ellas. Y es que poner paños calientes en la frente de un alma atormentada no tiene un canon en el mercado de valores. Dar de beber a un sediento de palabras que ayuden a sostener una cruz al hombro no entiende de cotizaciones a la seguridad social. Una mirada, una sonrisa, una palmada, un gesto de complicidad, de comprensión; leer entrelíneas un «que se pare el tiempo que no hay prisa para escucharte hablar de tus miedos y tus inquietudes…» ¿tienen precio? ¿Cuánto pesa, cuánto vale, cómo tasamos el valor de lo humano? ¿Qué pluses podríamos meter en nómina? Es ahí donde reside la verdadera fuerza para salir adelante de un mundo abstraído por su propia desgracia que, como un enfermo, no encuentra el modo de resolver su laberinto. No encuentra una mano que le indique cuál es el camino de salida, aunque a pesar de la ceguera que le causa su dolor, quizás lo haya.
El término solidaridad, ése que empieza a quedarse vacío de contenido de tanto usarlo, se queda pequeño para describir la grandeza que el ser humano es capaz de derrochar ante las peores circunstancias. Sucede que es a veces -cuando la vida te pone al límite- cuando entiendes que es ahí donde habita la verdadera fuerza para seguir adelante; en el otro… por nada, porque sí, porque nos hacemos un poquito más grandes al darnos la mano.
Venimos al mundo con una misión. Muchos vienen, además, acompañados de una vocación. Es la única fórmula que -creo- existe para que un ser humano hecho de la misma tela que yo sea capaz de tener el suficiente coraje y valentía para intentar sacar a otro de los aprietos, de las enfermedades, de las calamidades y las miserias que a todos, en algún momento de la vida, nos azotan. Ser médico no es sólo una profesión, es un compromiso con los demás que pocas personas están dispuestas a asumir de partida. Y, aunque en ocasiones el que tiene boca se equivoca y el que tiene mano yerra, aún así me siguen saliendo las sumas y las restas para dar un aplauso general a ese batallón de ángeles que Dios ha repartido por aquí abajo para dar consuelo a todo el que lo necesita. A todos los que ennoblecen la Ciencia, la Investigación y la Medicina, gracias.
«… Ayer, cuando salí de mi última consulta, mi oncólogo se giró para responder al teléfono y me pareció ver que unas pequeñas alas de esperanza asomaban por debajo de su bata blanca. Y, aunque quizás él no lo sepa, yo creo que sí, que es uno de los elegidos».
«Gracias a todas las personas que me siguen tendiendo la mano para indicarme el camino de salida de mi propio laberinto».
Monika Bellido Sánchez. Periodista y ser humano.
Bellas palabras para definir una profesión dura y sacrificada que muchas veces es poco reconocida, provengo de fmilia de médicos y te agradezco las palabras de agradecimiento. Enhorabuena por saber enfrentarte a esa dura enfermedad.
Un abrazo