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El notable aumento en las últimas décadas, de la práctica de deporte y actividad física, no solo profesionalmente, sino en el conjunto de la población en general, ha causado una mayor incidencia de las lesiones deportivas, aumentando su impacto en la práctica médica.
El médico deportivo necesita a menudo distinguir entre las lesiones que requieren inmovilización y reposo por existir daño en la estructura ósea, de las lesiones que requieren terapia física, rehabilitación o cirugía de reparación de lesión de tejidos blandos. La necesidad de una correcta valoración de las lesiones producidas por la práctica deportiva y la instauración precoz del tratamiento obliga a disponer de técnicas de imagen que permitan un diagnóstico precoz y una evaluación adecuada para que, especialmente, en el caso del deporte profesional, el atleta pueda reincorporarse lo antes posible a su actividad física, en condiciones óptimas y con el máximo rendimiento, evitando la posible progresión de una lesión o la aparición de complicaciones por una reincorporación inadecuada a la actividad deportiva1,2.
Aunque la valoración clínica y la radiología convencional continúan siendo los métodos diagnósticos iniciales de la mayoría de estas lesiones,la RX simple puede ser negativa o dudosa durante un período de tiempo desde el inicio de la clínica, y por el contrario, estas lesiones pueden ser precoz y fácilmente detectadas mediante la gammagrafía ósea Tc99m MDP (GO), permitiendo iniciar rápidamente el tratamiento adecuado en cada caso.
Queremos aportar una amplia revisión del tema, para profundizar en el mismo, indicando los 10 puntos claves en que se basa la utilización de este método diagnostico.
Punto clave 1
La orientación funcional que proporciona la GO junto con la posibilidad de visualizar el esqueleto entero, el conocimiento de la fisiopatología de las lesiones deportivas y sus mecanismos lesionales, son fundamentales en el diagnóstico gammagráfico de la lesión deportiva.
Punto clave 2
La GO muestra imágenes patológicas precozmente después del traumatismo, reflejando la secuencia de procesos fisiopatológicos en el foco de fractura asociados a su curación. El 95% de las fracturas se detectan en las 24 horas siguientes en menores de 65 años y en mayores, el diagnóstico puede retrasarse hasta las 48-72 horas.
Punto clave 3
La GO es clave para el diagnóstico de las fracturas ocultas o cubiertas. Es especialmente importante el diagnóstico precoz de las fracturas ocultas de huesos carpianos y tarsianos. En estas estructuras óseas pequeñas es de gran utilidad la obtención de imágenes magnificadas con colimador pin-hole.
Punto clave 4
Gammagraficamente se distinguen dos tipos de no consolidación o pseudoartrosis, la reactiva o hipertrófica que muestra la capacidad osteogénica en los extremos óseos y la atrófica que refleja la incapacidad de los extremos óseos de responder al proceso de curación. La distinción entre ambas conduce a conductas terapéuticas diferenciadas.
Punto clave 5
Las fracturas de estrés tibiales son las más descritas en medicina deportiva constituyendo la mitad de todas las fracturas de estrés en atletas. La posibilidad de graduar la lesión ósea de estrés, permitiendo el diagnóstico en estadios iniciales evitará la progresión de la lesión a fractura completa.
Punto clave 6
La frecuencia de sesamoideos bipartitos hace difícil el diagnóstico radiológico de una lesión en estos huesos. Ante la existencia de dolor en la cara plantar de la cabeza del primer metatarsiano, una GO patológica indicará alteraciones metabólicas óseas que sugerirán la relación de esta estructura ósea y la sintomatología. El mismo planteamiento es aplicable a otras variantes anatómicas de la normalidad.
Punto clave 7
El dolor lumbar es uno de los síntomas asociados con mayor frecuencia a cualquier tipo de actividad atlética. Cuando se sospecha un origen óseo, la GO combinada con la técnica de SPECT son las exploraciones de elección, especialmente en el diagnóstico y valoración de atletas con espondilólisis sintomática.
Punto clave 8
La capacidad de la GO para visualizar el espectro de las lesiones óseas de estrés permite distinguirlas de lesiones entesopáticas como las shin splints, cuya diferenciación es fundamental para el manejo del atleta. En ambos casos técnicamente, se requiere la realización de al menos dos proyecciones del hueso.
Punto clave 9
La reacción metabólica perióstica u ósea demostrada por la GO en las entesis permite valorar la intensidad de la lesión entesopática y su evolución tras el tratamiento y descarta otros diagnósticos como la fractura de estrés y las lesiones exclusivamente de tejidos blandos.
Punto clave 10
La osteocondritis disecante está considerada una fractura osteocondral de un hueso articular, resultado de repetidos microtraumas sobre la articulación, y asociado a necrosis avascular focal. La GO permite el diagnóstico en fases iniciales del proceso y valorar el grado de curación o progresión de la lesión.
El papel de la Gammagrafía Ósea es clave para el diagnóstico precoz de las fracturas ocultas, lesiones múltiples o no sospechadas y fracturas de estrés, para valorar la actividad metabólica de lesiones conocidas (actividad vs cronicidad), localizar la estructura ósea responsable de un dolor agudo o crónico cuando el resto de exploraciones de imagen son negativas o no concluyentes y en el diagnóstico diferencial entre variantes anatómicas de la normalidad y lesiones en estas estructuras.