Para el año 2012 se calcula cerca de 2 millones de nuevos casos de carcinomas en Estados Unidos, estos pacientes gracias a las nuevas terapias aplicadas al cáncer cada vez viven más tiempo.Alrededor del 50% desarrollarán alguna metástasis (siembra de células malignas en otros órganos del cuerpo diferente al órgano donde se originó el cáncer).
El esqueleto ocupa el tercer sitio en frecuencia para que se produzcan estas lesiones.
Los principales tipos de cáncer que suelen producir metástasis al hueso son: mama, próstata, pulmón, riñón y tiroides.
Y los sitios del esqueleto que con mayor frecuencia se afectan son: el fémur, la columna, el húmero, la pelvis, las costillas y el cráneo.
Estas lesiones metastásicas pueden presentarse incluso en personas que han sido tratadas por algún tipo de cáncer años atrás, por lo que es importante saber que en caso de algún dolor en huesos o espalda se debe consultar de forma rápida, indicándole al médico de su historia de cáncer en algún momento de la vida.
El diagnóstico de estas lesiones se realiza por medio de un estudio llamado gamagrafia ósea, obteniendo una imagen de todo el esqueleto, tras la inyección de fosforo-calcio y Tc-99m.
Estas lesiones son tratadas con radioterapia y en algunos casos requieren de cirugía para evitar fracturas, tratar fracturas que ya se hayan producido o tratar el dolor que no mejora con la radioterapia y el tratamiento médico.
La cirugía en casos de metástasis a nivel de la columna se indica en caso de:
- Déficit neurológico progresivo
- Inestabilidad
- Dolor intratable
- Mala respuesta a radioterapia y manejo no quirúrgico
Después de cualquier cirugía por metástasis está indicada la radioterapia postoperatoria pues disminuye la frecuencia de recidivas, mejora la función y consolida las fracturas.
Para el tratamiento con radioterapia se debe esperar al menos 2 semanas después de la cirugía hasta que sanen las heridas.
