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La periostitis, es la inflamación del periostio, la capa más superficial del hueso, nexo de unión entre el hueso (tibia) y los músculos gemelos, tibiales y peroneo. Normalmente se localiza en la cara interna de la espina tibial, aunque puede extenderse hasta casi la rodilla.
Es una lesión típica de corredores profesionales o no y se caracteriza por hinchazón dolor o quemazón; estos atletas cargan gran parte de su peso e impulso sobre las rodillas y la parte inferior de la pierna, creando un mayor esfuerzo en esa zona.
La mejor forma de diagnosticarla además del reconocimiento clínico, es mediante la Gammagrafía Ósea en Tres Fases, ya que con Rx no suelen detectarse. Gammagráficamente apreciamos un aumento de la captación en la espina tibial tanto en las primeras fases (vascular-precoz) así como en la tardía.
- Superficie de entrenamiento inadecuada ( asfalto o cualquier superficie dura).
- Poca preparación muscular del individuo. Escasos o nulos hábitos de tratamiento muscular.
- Volumen o intensidad inadecuadas.
- Defectos biomecánicos , bien sea exceso de pronación sobre todo si se tiene pie cavo y otros defectos de carga.
- Calzado inapropiado.
- Hábitos de vida poco saludables ( estrés, trabajar de pie, mala alimentación, etc…).
- Traumatismos repetitivos sobre la tibia ( práctica de fútbol, botas de esquí).
- Llevar calzado adecuado sobre terrenos duros.
- Intentar rodar, en los periodos de entrenamiento, sobre terrenos blandos.
- Respetar los descansos.
- Utilizar plantillas en caso de necesitarlas para una buena pisada y usar pantorrilleras si precede.
- Realizar siempre estiramientos antes y después de la carrera.