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Salir a correr es un hábito muy sano. La práctica de ejercicio físico produce beneficios psicológicos y físicos. El running, reduce el estrés, mejora la capacidad cardiovascular, reduce el riesgo de sufrir enfermedades, etc. Por tanto, para tener una vida saludable, es importante que el ejercicio físico forme parte de nuestra vida. Pero cualquier cosa llevada al extremo puede ser perjudicial y el running no es ninguna excepción. ¿Donde están los límites?, ¿ cuando se atraviesa la línea entre lo saludable y lo patológico?, ¿cuáles son los síntomas y qué consecuencias acarrea?
La adicción a correr no es lo mismo que sobreentrenar. La runnorexia es una pérdida de perspectiva del rol del ejercicio físico en la vida de la persona. La persona que lo padece, sobrevalora el runnig, convirtiéndolo en el elemento más importante de su vida.
Posibles signos :
- Antepone importantes obligaciones sociales y eventos familiares para hacer ejercicio.
- Renuncia a otros intereses, incluyendo el tiempo con amigos para practicar más.
- La falta de una sesión de ejercicio le hace sentirse irritable o deprimido.
- Entrena a pesar de lesiones o dolores e intenta minimizar su importancia o gravedad, con el riesgo de empeorar la situación.
- Discusiones familiares y amistosas por la cantidad de entrenamientos.
- Las condiciones adversas del tiempo no suponen un freno para que se plantee salir a correr.
El ejercicio es saludable, siempre que esté en equilibrio con una vida plena. Hablar con un profesional de la salud mental puede ser muy beneficioso a la hora de llevar a cabo un programa de deshabituación y en una regulación flexible del ejercicio físico para controlar esta adicción.