El llamado Síndrome Postvacacional se puede definir como el sentimiento de malestar que se origina con la vuelta al trabajo, estudios o vida cotidiana, después de un periodo vacacional y readaptarse a las rutinas diarias.
Se caracteriza por:
- Debilidad generalizada y astenia.
- Insomnio que conviven con una somnolencia importante a lo largo del día.
- La capacidad de concentración se ve limitada así como la tolerancia al trabajo.
- Puede haber un cambio de carácter con cierta agresividad y cuadro depresivo,
- Hastío y cansancio, desencanto, inhibición, anhedonia, tristeza, malestar general, ansiedad, fobia social, etc…
- Palpitaciones, mareos, sudaciones.
- Angustia, mal humor, apatía…
Que podemos hacer:
- Dormir al menos 8 horas o lo suficiente para descansar y reponer energías.
- Desconectar una vez se abandona el lugar de trabajo. Llevarse el trabajo a casa implica no romper con la rutina laboral, aumentando por tanto el sentimiento de cansancio.
- Organizar el tiempo, de manera que el día se divida en horas de trabajo, de descanso y de ocio.
- Programar las actividades a realizar: más vale bien y con calma.
- Aprovechar la comida para desconectar, socializar y saborear. Ingerir alimentos con prisa y sin apenas saborear también aumenta la ansiedad.
- Pedir ayuda si te sientes sobrepasado. Somos seres sociales, no tienes que cargar con todo solo.
- Practicar deporte.
Todas estas estrategias te ayudaran a abordar el regreso de mejor manera y lograrás que no solo disfrutes en tus vacaciones, sino también en el resto del año, pero, si a pesar de todo lo anterior se presenta este problema, la ayuda de un especialista puede ser muy importante. Aportará la ayuda necesaria, que en ocasiones podrá ser farmacológica, en función de la gravedad del caso.