Stendhal entró a la iglesia de la Santa Croce de Florencia sin saber que saldría de ahí al borde del desmayo. Como él mismo escribió después en su libro Roma, Nápoles y Florencia, «había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las bellas artes y los sentimientos apasionados». «Experimentaba una especie de éxtasis por la idea de estar en Florencia… Me sobrecogió una feroz palpitación del corazón… El manantial de la vida se secó dentro de mí, y caminaba con el miedo constante de caer al suelo» … Me latía fuerte el corazón, sentía vértigo y palpitaciones y caminaba con miedo a caer. La belleza de la basílica me había turbado profundamente»…
Más de un siglo y medio después de la experiencia vivida por el escritor francés, la psiquiatra Graziella Magherini, entonces directora del departamento de Salud mental del Hospital de Santa Maria Nuova, observó más de cien casos de visitantes que habían sentido vértigo, temblor, palpitaciones y desvanecimientos al ver el arte de las galerías y los museos florentinos. Ante sus hallazgos, denominó a ese repertorio de reacciones específicas como «síndrome de Stendhal», en honor al seudónimo del autor Henri-Marie Beyle (1783-1842).
Pero no se trata solo de ficción, ni de un malestar de décadas pasadas. De acuerdo con la presidenta de la organización Amigos de Florencia, Simonetta Brandolini d’Adda, se dan entre 10 y 20 casos del síndrome de Stendhal anualmente. En 2018, se conoció la noticia de un hombre de 68 años que había sufrido un infarto en la Galería de los Uffizi mientras contemplaba El nacimiento de Venus.
Dentro de los síntomas podrían aparecer:
- Fatiga y cansancio.
- Aumento del ritmo cardiaco.
- Sensación de ahogo y presión en el pecho.
- Sudoración.
- Sensación de desorientación.
- Mareos y visión borrosa.
- Emociones extremas de alegría o tristeza.
- Alteraciones en el pensamiento, como delirios o alucinaciones.
- Ansiedad y sensación de estrés descontrolado.
- Síncopes.
Solo los turistas lo padecen:
La mayoría de casos de este síndrome se dan en Florencia, Italia, u otras ciudades italianas, siendo las obras de las corrientes del Renacimiento o Barroco las que causan estragos. Solo se presenta en personas extranjeras. Los locales y residentes de estas ciudades no presentan síntomas.
Su parecido a los síntomas del amor:
Algo que llama nuestra atención cuando oímos hablar de este extraño síndrome: su parecido con lo que experimentamos cuando nos enamoramos. Mucha gente describe que al ver por primera vez a la persona amada sufre un momento de emoción extrema paralizante. Es por esto que algunos síntomas del síndrome de Stendhal son parecidos al llamado “flechazo”.
Se considera realmente un Síndrome:
Se ha cuestionado si se trata de un verdadero síndrome o simplemente es una reacción psicosomática en personas conocedoras del mismo. Personas que al hallarse ante una exposición importante de arte o en escenarios históricos, se predisponen a que les ocurra lo mismo que al escritor francés, produciéndose una reacción autoinducida por el mismo sujeto.
Podemos concluir que para evitar y tratar este síndrome, las mejores herramientas son el autocuidado físico y mental y una buena gestión emocional y conocimiento de uno mismo.
El doctor Ángel Guerrero, especialista del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Valladolid menciona lo siguiente: «No hay un tratamiento específico, es más una curiosidad que una patología y se tratan los síntomas de ansiedad y vegetativos como los sofocos o la sudoración.
En definitiva, reposo, compañía y tratamiento sintomático», concluye el neurólogo.