Si bien la gammagrafía ósea nace para la localización de las lesiones óseas metastásicas, ya desde el principio se comprobó que la alta sensibilidad de esta prueba, podría servir para el diagnóstico de múltiples enfermedades del sistema óseo.
Aportamos tres ejemplos de la utilidad de la gammagrafía ósea fuera del campo de la oncología:
Enfermedades metabólicas del hueso tipo Enfermedad de Paget: lesión hipercaptante intensa afectando a L4 L5, hemipelvis derecha en fase inicial de la enfermedad.
Necrosis avascular de la cabeza femoral derecha en fase revascularizadora, con un 60% más de actividad que la cabeza femoral izquierda.
Sacroileitis mecánica con afectación de ambas articulaciones coxo-femorales y pubalgia, como consecuencia de la escoliosis dorso-lumbar.