Cuantas veces hemos leído el efecto que produce las Navidades en la salud: ansiedad, depresión, tristeza por los que no están, «el temido cuñado o la temida suegra que hay que soportar en las comilonas de día entero»….
Pues esta vez no vamos a hablar de ello, muy al contrario nos queremos centrar en todo lo bueno y lo bonito que nos trae la Navidad:
– La decoración navideña: como no ver positivo el cambio de decoración, con sus luces y adornos, cojines, toallas o camino de mesa propios de la época, por no decir el toque de color que le damos a las casas con los arboles, «pascueros», centros de mesas o espumillón para los más tradicionales….
– El aroma, los olores que nos dejan los polvorones y dulces navideños: canela, anís, naranja, jengibre, chocolate, pino, romero….
– Época para la música también: conciertos en iglesias, coros, cancioneros de villancicos, panderetas, guitarras, sonajas, zambombas, la botella de anís… y ¡¡todos a cantar!!
– El ambiente festivo en las calles: los mercadillos, la iluminación…
– Los días de fiesta y las vacaciones: poder disfrutar de vacaciones para viajar o días libres y descansar, forman parte de la celebración navideña.
– Las reuniones: de familia, de antiguos amigos, pandilla, compañeros de trabajo….y es que estas fechas se han convertido en toda una tradición; ya no solo la formales de Nochebuena, Navidad y Nochevieja. Quedar para comer, cenar, tomar unas copas, echar unos bailes y unas risas es una razón más para disfrutar de estos días.
– No nos podemos olvidar de los niños y de la ilusión que nos contagian: de los pequeños y de los que ya no lo son, pero que lo siguen siendo en su interior, no importa la edad. Si bien unos esperan a Papá Noel y a los Reyes Magos, los otros esperan algo de suerte con la lotería de Navidad y El Niño.
– Felicitaciones: escritas en tarjetas, por WhatsApp o dichas al teléfono; besos y muchos abrazos (una gran suerte para los cariñosos).
Días mágicos colmados de emociones inundan nuestra vida durante esta época : Felicidad, Esperanza, Tristeza, Amor, Añoranza, Ilusión, Alegría… La Navidad la hacemos nosotros, así que, ¿por que no elegir buenos motivos para celebrarla ?